Ramírez Nuñez (2010), en su tesis nos brinda la oportunidad de entender un panorama general de la situación actual del hundimiento en la parte sur de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). En particular el valle de Chalco, es una de las zonas dónde el hundimiento es perceptible e incluso preocupante para los asentamientos humanos en caso de una inundación. La humanidad ha manipulado este valle desde que los centros urbanos mesoamericanos lograron adaptarse a los lagos del valle. Posteriormente, los lagos fueron progresivamente modificándose a voluntad de los pobladores que entendieron las dinámicas de los lagos y el molde que les contenía, así como sus temporalidades. Estos aspectos de modificar los lagos no transgredió los ciclos vigentes, ya que dependían de ellos y eso lo entendían. Sin lago no hay vida, una cosmogonía compartida.
La época colonial traspasó los límites que permitían un flujo dinámico estable o al menos sin tantos estragos ya que no entendían algo que los mesoamericanos si, y es que las propiedades del agua cambian según su región. El asfalto colonial impuso sus basamentos sobre el terreno que alguna vez armonizaba con canales y chinampas. A esto se sumó todo un estilo de vida colonial, donde la arquitectura del paisaje y de las construcciones iban de acuerdo a un plan colonizador. Vivir dentro de un lago no les hizo más que creer que el lago invadía y no al revés. La desecación de los lagos, según la cronología de Ramírez Nuñez, indica que el primer mega proyecto colonial fue el tajo de Nochistongo y de ahí en adelante se continúa con una serie de eventos que solo buscaba no detener el desarrollo y el progreso de una colonia.

En un asentamiento humano donde se fue incrustando cada vez más la noción de un espacio sin lagos pero sí con muchas lluvias y hundimientos, se fue perdiendo el conocimiento empírico de la relación entre los lagos con las aguas y la tierra. Este síntoma, provocó que el ingenio técnico humano virara a deshacerse del agua que le estorbaba y poder captar el agua subterránea que le servía para funcionar la maquinaria urbana. El crecimiento poblacional y el desarrollo tecnológico con la capacidad de interferir con las dinámicas terrestres e hidráulicas se aceleraron, al punto de terminar con los lagos y extraer la mayor parte de los mantos acuíferos del valle. El hundimiento se hizo presente primero en la zona centro, se optó por detener el ritmo de extracción y mejor trasladar estas técnicas extractivistas hacia el sur del valle. Quedó demostrado con el tiempo que la extracción de agua de pozos subterráneos causa el hundimiento del valle, hoy en día a myor media, el sur.
El valle de Xico que pertenece a la microcuenca del valle de Chalco, tiene un pasado geológico y biológico muy importante. Las dinámicas de lagos en una zona tropical, elevada a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, rodeado de volcanes y que estos mismos volcanes contribuyeron a la fertilidad y sobre todo al aporte de arcillas, limos y arenas que moldearon el valle que ahora es. Desde Xico, ubicamos próximamente a la Sierra de Santa Catarina al norte, al oeste la isla de Tláhuac, al sur la Sierra de Chichinautzin y al este la Sierra Nevada. Al menos tres de los 4 puntos señalan volcanes; Xico es un volcán ya que todos estos pertenecen a la cadena de volcanes denominado Eje Volcánico Transmexicano. Llegar al sitio es ir descendiendo desde Ciudad Universitaria hasta pasar por Tláhuac y percibir el aplanamiento de calles y asentamientos urbanos. Después de normalizar el planar viene un evento de hibridación entre el suelo agrícola y la ciudad. Sorprendentemente estamos entre lagos, cuando menos te das cuenta estás atravesando áreas susceptibles a inundación. Esto no quiere decir que sea malo una inundación, el problema son las dinámicas urbanas que se oponen a vivir con un lugar que le pertenece a un cuerpo de agua.
La llegada a Xico se hace notar con la ligera pendiente donde se encuentra el Museo comunitario del valle de Xico. El recorrido ascendente para el cráter es una pendiente notoria por el modo en que uno debe subir. Solo negocios pequeños, casas, pocos carros; calles con topes, baches y sin pavimentar; perros rondando su por su rumbo, persiguiendo a otro o ladrando; gente transitando y pensando en todo menos en un volcán o en un lago. El estilo de vida es igual que en otro que se le quiera imaginar en la zona sur del valle. El paisaje seco por falta de lluvias, hace notar el polvo suelto, la erosión, la sequedad de las acacias, pero si el permanente verdor de los pirules, escasos pero dignos de fresca sombra.

Pasar por el Volcán del Marqués y enseguida el Xico, dos volcanes empalmados pero con eventos de creación y vida distintos. Lo que devele este suceso por un lado, son las rocas basálticas de aspecto sólido y pesado con poco recubrimiento de ceniza en la superficie, al contrario de Xico que puede notarse arena suelta desde el lugar en el que lo subimos. Esta arena es ceniza de la actividad volcánica de Xico. Lo más sorprendente llegando a la cima fue ver un cráter que es utilizado para cultivo de maíz. Algo espectacular, la fertilidad del volcán es una fuente de alimento para unas familias y también económica. Caminar sobre el borde te permite observar trescientos sesenta grados. Observar las orillas entre lago, ciudad, cultivos e incluso el límite de donde solo es volcán. El paso del tren en ese momento, me dio todos los trazos para entender que estaba parado en la concatenación de tantos eventos que ahora están plasmados y que son el espacio vivido de cada ser que lo habita. La diversidad de ave es los lagos, las hormigas rojas apoderas del piso volcánico, las acacias con su capacidad a resistir sequías, los humanos con sus perros corriendo sobre el borde del cráter, la lagartija que se asoma para tomar el sol.
Estando en el cráter fue el punto más lejano en el que me sentí. El ruido de la ciudad se silenció y enseguida comenzó a resonar la armonía de los pies de todas las personas que íbamos sobre la arena suelta, en eso, comienza la melodía de la naturaleza y he ahí nosotros siendo naturaleza. El cráter funciona como un cancelador de ruido circundante al borde, la sensación de percibir con el cráter me dió el sentido de entender esta vasta historia que posee cada parte que compone al valle. El lago permite que la vida sea mucho más diversa, las montañas sirven como molde para llevar el agua hacia el lago con carga de sedimentos ricos en nutrientes para los cultivos y la vida vegetal. Por eso Xico , es la clave para entender al vasto valle y reconocer el flujo que tiene el valle así como la presencia de volcanes extintos que le rodean.
Ramírez-Núñez, C., & Parrot Faure, J.-F. Y. P. (2010). Simulación de inundaciones en la planicie lacustre de San Miguel Xico, municipio de Valle de Chalco Solidaridad, Estado de México.