La primera sesión del seminario “El Parte tiempos” ofreció herramientas teóricas, históricas y metodológicas para abrir la discusión en torno al debate patrimonial. Para comenzar, se abordó la relación íntima que tiene el proceso de “patrimonialización” de las cosas con su destrucción. Esta perspectiva se vincula directamente con el valor que adquieren los artefactos en su relación con otras temporalidades, en sus cualidades de ser “heredadas”, así como los diversos sistemas institucionales que determinan el modo de proceder con su preservación, conservación y visibilización.
La provocación principal con la que arrancó el seminario, consiste en entender la “destrucción” como una condición necesaria para pensar el patrimonio. Asimismo, se propuso pensar al concepto menos como un adjetivo, para asimilarlo más bien como un “nuevo estado” al que entran las cosas. Este planteamiento aborda la discusión patrimonial a partir del reconocimiento de que la destrucción hace que las cosas adquieran un valor distinto a la “cosa original”, que comúnmente suele buscarse en lo destruído, es decir, su comparación con el estado previo a su destrucción. Este planteamiento abre problemas teóricos, desarrollos históricos y técnicos, que desataron consideraciones vinculadas a casos de estudio y referencias durante la sesión.
¿Qué es patrimonio?

Una de las coordenadas de análisis consistió en asimilar el ritmo en que la necesidad para “conservar las cosas” ha ido acelerando en los últimos siglos. Lo cual también da cuenta de cómo, mientras más condiciones de posibilidad hay para la “destrucción” (vinculadas con el progreso técnico), existen más necesidades de “conservar”. Esta tendencia podría derivar en esfuerzos paradójicos por conservar cosas que incluso no existen todavía, asunto que cimbra las preguntas sobre el patrimonio en las condiciones de la contemporaneidad.
Durante la sesión, los temas introductorios se problematizaron a partir de las perspectivas que ofreció la participación de los integrantes del seminario, debido a que cada uno tiene diversos contactos con el tema desde sus prácticas y contextos: ya sea desde la investigación, la restauración, la práctica artística, la antropología, la reflexión sobre la lengua, la ciencias ambientales, entre otras. Esto propició que se abrieran diversas perspectivas de análisis que abordan casos de estudio y discusiones relacionadas con el patrimonio “intangible”, la pregunta por la otredad y la identidad, es decir, procesos de expolio, o incluso repatriación. Estos temas se abordaron como apuntes para identificar la gran variedad de preguntas que se vinculan con el problema del valor de los objetos patrimoniales y su destrucción.
En un primer ejercicio, el “equipo jarrito”, conformado por Arely Vargas Hernández, Maria Elisa Chavarrea Chim y Saúl Becerra desarrolló ejercicios visuales que evocan reexiones que surgieron durante la sesión. Por un lado se aborda la denición misma de patrimonio así como el enfoque que brinda pensar desde la pregunta ¿Patrimonio para quién?. También se evocan casos, algunos especícamente vinculados con problemáticas del territorio maya. En este sentido, estos collages también aparecen las preguntas por el patrimonio pensado desde la lengua, pero también ahondando en la condición de la destrucción, en la provocación lanzada por el seminario como pregunta fundamental sobre el valor patrimonial asignado.
¿Patrimonio para quién?
La pregunta parte del caso del Monumento a los Montejo en la ciudad de Mérida Yucatán y su condición patrimonial a partir de la violencia que representan estos personajes en la historia del territorio.[1] También se incluye la idea del patrimonio “biocultural” con imágenes relacionadas con la naturaleza y el hecho de pensar a la selva maya como patrimonio. Asimismo también se aborda el hecho de considerar un lugar como propio por derecho o por herencia, con el caso de una agencia de viajes a Israel que vende el hecho de tener un “derecho de nacimiento” sobre el territorio.

Nuevas narrativas
Este contraste habla sobre las maneras en que el patrimonio y su destrucción pueden influir en los acercamientos a los relatos históricos desde el punto de vista local. Por un lado, el se presenta un mural del pintor yucateco Leonardo Paz Novelo, que representa la destrucción de los códices por Fray Diego de Landa en territorio maya durante el auto de fé de 1562; y por otro, un flyer de la Jornada Cultural de resistencia a 461 años de la destrucción de una parte de la historia del pueblo maya en U ka’a púut kuxtal (julio, 2023).[2] Este contraste plantea cómo, a pesar de haberse realizado la quema, el pueblo maya continúa creando su propia historia, su k’ajláay. El título de este encuentro “ka’a púut kuxtal” hace referencia a construir esa historia nuevamente con los cantos, música, literatura y las narrativas actuales, como un ejercicio de resistencia a la desaparición. Relacionado con lo mismo, en esta galería de imágenes levanta una crítica sobre la turistificación del patrimonio maya, e incluye la reflexión de la naturaleza como patrimonio, que corre el riesgo de ser destruido ante los megaproyectos. [3]
¿Es la destrucción una propiedad de las cosas, o una relación que establecemos con los objetos?
¿Es esta transformación una propiedad de los mismos?

En lengua maya, no existe el concepto de patrimonio. Una aproximación podría ser quizá el miatsil una traducción cercana hace referencia a la raíz y cultura. También podría considerarse el noj ba’al que refiere a algo valioso, grande e importante a nivel comunitario, incluso familiar. En contraste, se agregan otras palabras de idiomas occidentales, como kulturgut, heritage, o birthright que surgieron durante los ejercicios de reflexión y que se conectan más directamente con esas ideas que tenemos sobre el patrimonio. Estos conceptos se encuentran tensionados por su posible preservación y destrucción.
Es muy interesante traer a cuenta esta reflexión a la luz de una postura crítica, que también toma en cuenta que el valor que se asigna al patrimonio en función del sistema capitalista. En este sentido, durante la sesión se planteó como ejemplo la atención inmediata que se brindó a la destrucción de la Catedral de Notre Dame en París por un incendio en 2019, en comparación con el desinterés general sobre los incendios que devastaron el Amazonas al mismo tiempo. Lo anterior abrió aún más la perspectiva sobre el valor de objetos patrimoniales a la luz de temas urgentes de la contemporaneidad. Todos estos abordajes se fueron sumando para calentar motores en torno a las diversas implicaciones de lo que podríamos llamar “un debate patrimonial”.
- Monumento a los Montejo, símbolo de dominación, maltrato, explotación, en Líneas emergentes, publicado 12 de octubre de 2022. Disponible en: https://lineasemergentes.mx/monumento-a-los-montejo-simbolo-de-dominacion-maltrato-explotacion
- Flyer de la jornada de 461 años años de la destrucción de una parte de la historia del pueblo maya U ka’a púut kuxtal (julio, 2023)
- Alejandro Castro, “El Tren Maya se lleva la selva en la Península de Yucatán”, en Expansión política, publicado el mar 20 junio 2023. Disponible en:
https://politica.expansion.mx/mexico/2023/06/20/tren-maya-se-lleva-selva-peninsula-yucatan
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